27 de mayo de 2014

Ficha CAS y Encuesta CASEN: Hijas primogénitas del Sistema de Información Social

Parte I - Los orígenes de las Encuestas C.A.S. y CASEN (1973-1985)

Hace unas semanas descubrí en la biblioteca de Ministerio de Desarrollo Social una serie de documentos que, a mi parecer, ilustran de manera explícita la forma en que el ‘principio racionalizador’ guió la política social durante el periodo de dictadura[1]. Los documentos titulados “Informes de Política Social” del periodo 1976-1989 son particularmente interesantes por tres motivos: 1) visibilizan los principios políticos y supuestos económicos bajo los cuales se reformuló la labor Estatal, 2) ilustran la importancia que tuvieron los técnicos e intelectuales que colaboraron con la Dictadura en dotar de un una visión económica y social al gobierno autoritario, y 3) describen la génesis de los instrumentos constitutivos del Sistema de Información Social actual.
.
La presente nota pretende realizar una revisión histórica de los principales instrumentos que utilizó la Dictadura para diseñar, aplicar y evaluar su ‘política social’, en particular aquellos creados bajo la dirección de la Oficina de Planificación Nacional (ODEPLAN) durante el periodo 1973-1985. El objetivo no es ahondar en el principio focalizador que guió la política social ni en el marco institucional subsidiario que la condicionó, tampoco en el rol político que jugaron los ‘especialistas en política social’ de la Dictadura. Lo que se busca es identificar los mecanismos propios de la política social creados y utilizados desde mitad de los ‘70 hasta fines de los ‘80, y enunciar los argumentos que fueron utilizados para justificar su creación.
.
La génesis del Sistema de Información Social se plasma en la creación de sus mecanismos, a saber, el Mapa de Extrema Pobreza (1974), los Comités de Asistencia Social y la “Ficha C.A.S.” (1977) y la encuesta de “Caracterización Socioeconómica Nacional” o “CASEN” (1985). Las ideas que dieron origen a la creación de estos instrumentos pueden encontrarse en “El Ladrillo”, documento creado para inspirar el programa de gobierno de Jorge Alessandri, rechazado por este último en 1970 por la radicalidad de sus planteamientos, y aplicado por la Junta de Gobierno a partir de 1973 (De Castro y otros, 1992, p. 8-9). En dicho documento se indica que la política social utilizada hasta esa fecha, basada en control de precios y ajustes de salarios, eran ineficiente pues generaba distorsión de precios, presiones inflacionarias y mercados negros, y no beneficiaba a los sectores más desfavorecidos (De Castro y otros, 1992, p. 137-138).

15 de mayo de 2014

Machuca y el Fin a la Selección

En la película Machuca (2004) se nos muestra el sueño integrador del Padre McEnroe, quién tiene por afán juntar en la misma sala de clases a niños de sectores socioeconómicos totalmente distintos. Todos sabemos cómo terminó el sueño que dio paso a la pesadilla. Chile ha cambiado, hoy existe mayor estabilidad política pero también la necesidad latente de modificar los dramáticos niveles de segregación del sistema educacional chileno. La discusión sobre selección tenía ese potencial, pero lamentablemente se quedó entrampada en el caso de los liceos públicos de “excelencia” –principalmente el Instituto Nacional (IN)-, pasando por alto al grupo de colegios que probablemente segrega de manera más activa: los particulares pagados.

7 de mayo de 2014

Un llamado internacional de estudiantes para el pluralismo en economía

Un llamado internacional de estudiantes para el pluralismo en economía*

No es solo la economía mundial la que está en crisis. La enseñanza de la economía está en crisis también, y esta crisis tiene consecuencias que van más allá de los muros universitarios. Lo que se enseña moldea las mentes de la próxima generación de hacedores de política, y da por lo tanto forma a las sociedades en las que vivimos. Nosotros, 42 asociaciones de estudiantes de economía de 19 países diferentes, creemos que es el momento de reconsiderar la manera en que se enseña economía. No estamos satisfechos con el dramático estrechamiento del currículo que ha tenido lugar en el último par de décadas. Esta falta de diversidad intelectual no sólo perjudica la educación y la investigación. Limita nuestra capacidad para lidiar con los desafíos multidimensionales del siglo XXI – desde la estabilidad financiera, hasta la seguridad alimentaria y el cambio climático. El mundo real debe ser traído de vuelta a las aulas, así como el debate y el pluralismo de teorías y métodos. Esto ayudará a renovar la disciplina y en última instancia creará un espacio en el que se puedan generar las soluciones a los problemas de la sociedad.
Unidos a través de las fronteras, hacemos un llamado a un cambio de rumbo. No pretendemos tener la respuesta perfecta, pero no tenemos la menor duda de que los estudiantes de economía se beneficiarán de la exposición a los diferentes puntos de vista e ideas. El pluralismo no sólo podría ayudar a fomentar la docencia e investigación y revitalizar la disciplina. Más bien, el pluralismo lleva consigo la promesa de traer de vuelta la economía al servicio de la sociedad. Tres formas de pluralismo deben estar en el core de los planes de estudio: pluralismo teórico, metodológico e interdisciplinario.